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Cómo será esa luz

Sobre la poesía de tomás pe proaño

  • Jan 14 2025
  • Cristina Burneo Salazar
    es escritora, traductora y docente universitaria ecuatoriana, reconocida por su enfoque crítico en torno a los derechos humanos, el feminismo, la migración y la justicia social. Como profesora en la Universidad Andina Simón Bolívar, ha impulsado reflexiones profundas sobre la escritura y el pensamiento contemporáneo en América Latina.

    Ha traducido al español obras fundamentales de autores como Judith Butler y bell hooks, ampliando el acceso al pensamiento feminista y decolonial en la región. Burneo también es autora de ensayos que examinan la violencia estructural, las luchas por la memoria colectiva y las resistencias territoriales, contribuyendo a importantes debates sobre la realidad social y política de América Latina.

    Sus escritos han sido publicados en medios académicos y culturales, consolidándola como una voz esencial para entender las dinámicas de opresión y resistencia en contextos locales y globales.

Si pudiera elegir qué hacer para que los poemas de tomás pe proaño se escucharan en distintos lugares, le pediría grabarlos y los reproduciría en rincones vacíos y silenciosos, de una casa antigua, por ejemplo, donde  una podría sentarse a escuchar con audífonos desde un gran y hondo sofá. Imagino otros poemas leídos con su voz y mínimamente sampleados sonando en parques nocturnos. Esa sería una buena forma de abrir un libro  como este: invitar a algunes una noche a un parque convertido en habitaciones de tiempo. Escuchar. Mientras eso sucede, quisiera intentar esto. Y decírtelo, tomás pe. 

Fig. 1

 

tomás pe es músico además de escritor. Si hubiera pentagramas para palabras, se vería colocadas allí las que hacen cada verso, así de cuidadoso es el sonido en su escritura. Los versos de vocales abiertas; las reiteraciones hechas para llegar a intensidades de sentido; honduras como las que resuenan en las palabras  “corazón”; la predilección por cerrar versos con la vocal  “o”; versos muy cortos, lindantes con el silencio, que  dicen tanto. Hay un latido en estos poemas, un bombeo  dado por el sitio paciente que cada sílaba ocupa en el  espacio a fin de formar imágenes y significados.  

He leído Las habitaciones del tiempo durante varios años, desde el manuscrito inicial hasta hoy, que tanto ha crecido en ramas a partir de una palabra-núcleo: cuerpo. Desde allí, la escritura va hacia los tránsitos de ese cuerpo, sus duelos, hogares sucesivos, la familia y, siempre, hacia la palabra misma. Es una escritura  que altera la respiración de quien lee. Va produciendo inhalaciones largas, en movimientos de los pulmones y  el corazón que saben que algo decisivo está por ingresar  al torrente sanguíneo. A cada imagen, la escritura de tomás pe ralentiza la respiración, operación necesaria para ingresar a los mundos que crea. Esto no es una metáfora: la poesía ingresa al torrente sanguíneo y  produce estallidos. 

Fig. 2

 

Es un privilegio haberte leído durante estos años y leerte ahora, tomás pe. Ha sido ver un camino de umbrales,  dispuestos uno a uno con lentitud para hallar la palabra  exacta cada vez, la más honesta. Ha sido un honor ver  cómo tu escritura va abriendo un presente y a la vez algo  por venir. Son las escrituras que surgen al amanecer las  que nos permiten respirar hoy sabiendo que habrá un despertar distinto, aunque al alba no seamos capaces de saber cómo será esa luz. 

Las escrituras del amanecer no son de la vigilia diurna. Las veo llegar como quien llega de una noche larga, los párpados oscurecidos y “radiantes de cansancio”,  como escribiera Handke. Como alguien que llega de su noche pensando en las palabras a las recurrirá para darle sentido al tiempo. Alguien caminando en silencio,  ya cerca de casa, dejándose tomar por el silencio para  poder escribir. 

La escritura de tomás pe se despliega ante todo como una reflexión bella y dolorosa sobre los límites de aquello  que podemos decir sobre la vida mientras vivimos. Cito El corazón del daño, donde María Negroni llama a María Zambrano: “escribir es defender el silencio en que se está.” Hay un altar de silencio en este libro. En esa reserva, aparecen los sonidos liberados poco a poco.

Fig. 3

Escribe tomás pe: 

el silencio es una antorcha 
que solo cambia de mano 

…para iluminar el sendero por el cual llegarán las palabras. Justamente, el sentido de aquello que intentamos decir aparece a lo lejos, en la “epifanía del camino”, continúa. Algo está siempre por llegar, un sentido del mundo  decisivo, que nos anuncia que ninguna transformación es final, ninguna historia está terminada. Qué difícil  escribir desde el silencio, pero aquí sucede. 

Fig. 4

En medio de esos umbrales calmos pero también difíciles de atravesar, el cuerpo está expuesto, siempre en tránsito, entregado a la experiencia, vulnerable tanto como consciente de su apertura al mundo, a les otres, al deseo: 

te dejo la pregunta descubierta 
la llave de mi cuerpo 
aquí 
en tus manos 

El cuerpo y la palabra son un solo organismo, complejo, cambiante, en colaboración constante para hallar significados del mundo. Hay errancias, encuentros poderosos. ¿Debería decir ya que se trata de poesía trans? Aunque la experiencia trans es el contrafuerte de la escritura de tomás pe, y es determinante para su poética y sus políticas de escritura, los poemas no pretenden cercar una identidad, por el contrario, hacen honor al tránsito en el mundo, con un cuerpo en tránsito, con palabras sin sentido final. Así como es claro el relato del cuerpo, es nítida  también la voluntad de la escritura por mantenerse en movimiento. Aparecen, por ejemplo, ires decididos como este, del poema “cruising”: 

el de pelo largo que entra en el jardín municipal
a entregarle un pequeño paquete de amor a un igual
que está escondido entre las ramas de un ciprés 


Los encuentros transsex, homosex, relata tomás, se suceden en un jardín de otras delicias, paraíso de los cuerpos que se entroncan. Ninguna ley apresa al deseo. Allí, en ese trance de cuerpos, en el goce y en la búsqueda de la palabra para decir ese goce, aparece también un reclamo, una política creadora de vida y mundos que desbordaron hace mucho el régimen del binarismo de género y la frigidez del patriarca. El tránsito del cuerpo no es camino fácil, dicen los poemas, pero tiene lugar, se hace, se convoca. 

cuerpo que ahora parecería 
que funciona como eme pero funciona como equis
cuerpo y sus variables 
cuerpo en tránsito 

El juego con las posibilidades no binarias del lenguaje, la afirmación de un cuerpo en transformación, hacen  algunas de las estancias más poderosas de la escritura de tomás pe. El viaje del cuerpo dentro del cuerpo mismo, sus desventuras tanto como sus buenos vientos,  los cambios en los poros, hacen una odisea, no heroica, sí grandiosa y trágica, como los viajes interiores más profundos y memorables. Estas odiseas no conducen a Ítaca: fundan sus propios reinos sin héroes, con cuerpos infinitos. El principio de invención de quien se da un  tránsito para darse otra vida, otro nombre. 

muchachita que se enamoró 
muchachita que intentó irse 
muchachita que se odió hasta aceptar su deseo
muchachita que se odió hasta aceptarse muchachito
muchachito son senos muchachito 
muchachito sin barba muchachito 
muchachito en crepúsculo muchachito 
corazón abierto muchachito 

Tantas veces leí este poema, tomás pe. Sola, en  clase, tallereando, con otres. Siempre, cada vez, su  arquitectura, los cambios vocálicos, tan breves como decisivos, cada imagen, fueron un acontecimiento. Cada vez, la arquitectura de este poema apareció como un  acontecimiento en el espacio. Tú lo titulaste “corpse”,  pero es una escritura tan viva. Vi a gente quebrarse  al escucharlo, les regalaste ese alivio. Y en medio de  esos cambios de vocal, de piel, de vida, te preguntabas  además cómo asir el presente, como transitar mientras transitabas. En un carpe diem trans, hacías esa pregunta y abrazabas la incertidumbre. Cómo no ver este cuerpo vocal, cuerpo-viaje, como un acontecimiento:

cómo he de vivirte cuerpo en este instante
cómo he de pensarte en un futuro  
si siempre estás cambiando 

No es fácil esta escritura. Te haces preguntas sin modelo, con genealogías tan recientes, o tan antiguas, pero  silenciadas, tomás pe. A la vez, las haces tu llave para  abrir fisuras en el mundo. En tus poemas, la escritura llama a les otres para sellar lazos en mundos alternos a las viejas comarcas conservadoras. Es una escritura  comunitaria, un cuerpo en tránsito que llama a otres. 

cómo decir que este trayecto roto  
es lo único que tengo 
lo único que puedo llamar mío 

Este trayecto roto no es vacío, por el contrario, produce escritura. Demanda. Resignifica. Rompe. Reconstruye. Y se duele. Dice los dolores de la exclusión al tiempo que abre un espacio crepuscular. Hay momentos en que la  angustia es palabra rota, sí, o dificultad para respirar,  soledad de ojos insomnes esperando lo peor. Eso  también dice la escritura de tomás pe. A veces somos  pura zozobra. Las rupturas familiares, las marchas de  odio, las orfandades que se abren cuando demandamos del mundo aquello que nos ha sigo negado antes.  

¿cuál es el destino 
de lxs hijxs perdidxs? 

Estos poemas poseen un desborde que abraza el tránsito del cuerpo trans y a la vez interroga a la existencia misma. Desde allí, hablan de los caminos de amores y  reivindicaciones que toma la vida a la par de la herida, a su vera. Los poemas de tomás pe nos descubren que  sí, en efecto, “florecemos en un abismo”, como dice  el bellísimo verso de Rafael Cadenas. Somos capaces  de vivir con furia de abismos. Esa es otra razón para  nombrar esta escritura como comunitaria. Si bien se  reconoce en la herida, no lo hace en el solipsismo, sino con otres, como en las hermosas escenas de “cruising”.  

 

Fig. 5

 

La primera vez que nos encontramos tras muchos años en lugares lejanos, tomás pe, fue en un recital del  orgullo que organizamos, ¿te acuerdas? Una pequeña,  acogedora librería. Poemas del orgullo que leerían tú y Kosakura, otra presencia luminosa. Estabas en medio de  un proceso de hormonación que iba transformando tu  voz. En esos momentos su timbre era cambiante. Leíste. Tomaste tu voz como a un pájaro entre las manos y leíste. El mundo entero se transformó en ese momento.  Y estuvimos allí para escuchar ese sonido venido de  tantos pasos, poderoso por vulnerable, flamante, de  cuerpo entero. Leíste. Nos permitiste escuchar el alba  que salía de tu garganta. En ese gesto de tu cuerpo se jugaba todo un mundo. Lo compartiste con quienes  estuvimos ahí esa tarde. En esos gestos nacen mundos. 

Espero haber dicho algo sobre el tiempo, tomás pe, y sobre las vocales poderosas que resuenan en tus altares de silencio. Son ellas las que nos permiten respirar en  este mismísimo instante.  

 

Fig. 6

 



  • Notas

     

     

    Las habitaciones del tiempo
    tomás pe proaño

    Ilustraciones: Abigail Cárdenas. Cover, Fig. 1-6, Cortesía de Recodo Press


    Catálogo: Dos disrupciones y una observación sostenida: tres escrituras encarnadas. 
    Edición: Cristina Burneo Salazar y Carolina Velasco.
    Corrección Ortogramatical: Pilar Cobo
    Diseño y diagramación: Pamela Silva y Alejandro García.
    Coordinación editorial: Galo Pérez y Carolina Velasco. 
    1era edición: marzo 2023. Impreso en risografía.
    ISBN: 978-9942-44-198-0. Edición de 500 ejemplares. 

    @tomás pe proaño, 2023

    www.recodo.sx / @recodopress

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